El gobierno de Javier Milei sufrió un nuevo revés político en el Senado, donde la Cámara alta rechazó los vetos presidenciales a las leyes que garantizan el incremento de los fondos para las universidades nacionales y para el hospital Garrahan. Con una amplia mayoría opositora, los senadores insistieron en la sanción original de ambas iniciativas, dejando sin efecto la decisión del Ejecutivo y obligando a la Casa Rosada a promulgar las normas.

Los números fueron contundentes: la ley de financiamiento universitario obtuvo 58 votos afirmativos, siete negativos y cuatro abstenciones. La norma que declara la emergencia pediátrica, con recursos específicos para el Garrahan y otros hospitales infantiles, alcanzó 59 votos afirmativos, siete negativos y tres abstenciones. Ambas superaron con holgura los dos tercios necesarios para revertir los vetos.

La sesión incluyó además debates sobre designaciones judiciales y acuerdos internacionales, pero el foco estuvo en estas leyes que marcaron un nuevo traspié para el oficialismo, incapaz de consolidar alianzas parlamentarias pese a los intentos recientes de acercamiento a sectores “dialoguistas”.

Emergencia pediátrica

La norma sancionada establece que la emergencia implica “la asignación prioritaria e inmediata de recursos presupuestarios para bienes de uso y consumo, insumos críticos, mantenimiento de infraestructura, medicamentos, vacunas, tecnologías médicas y personal esencial destinados al cuidado y atención pediátrica en el país”.

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Asimismo, prevé “la recomposición inmediata de los salarios del personal de salud asistencial y no asistencial q con criterios de equiparación y reconocimiento por funciones críticas”. Esto incluye “a los residentes nacionales de salud de todas las especialidades que se desempeñan en efectores de salud pediátricos y no pediátricos”. El texto aclara que dicha recomposición “no podrá ser menor a la que recibían en términos reales en noviembre de 2023”.

Universidades

En relación al sistema universitario, la ley dispone la actualización “al 1 de enero de 2025, según la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado por el Indec, en el período comprendido entre el 1º de mayo al 31 de diciembre de 2024” de los gastos de funcionamiento de las universidades públicas. Para 2024 se fijaron subas bimestrales.

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El Ejecutivo, además, “deberá actualizar los salarios de los docentes y no docentes” en un porcentaje no inferior al IPC del período 1/12/2023 hasta la sanción de la ley. Esos incrementos “serán remunerativos y bonificables”. También se establece la obligación de convocar a paritarias al menos cada tres meses, con ajustes que no podrán quedar por debajo de la inflación.

Reclamos en Tucumán

Mientras se debatía en el Senado, docentes de Adiunt y estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán realizaron una concentración en plaza Independencia, donde expusieron trabajos científicos y artísticos en respaldo a la ley universitaria.

PLAZA INDEPENDENCIA: Docentes y estudiantes universitarios expusieron trabajos y emprendimientos. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Anahí Rodríguez, secretaria general de Adiunt, expresó: “Lo que pasó en el Senado fue un nuevo golpe político a este gobierno a semanas de las elecciones. En lo personal, no tengo expectativas de que pueda haber cambios porque el gobierno va a aplicar lo mismo que está haciendo con la ley de discapacidad, que es promulgarla, pero después no reglamentarla para implementarla”. En otras líneas, agregó: “Los universitarios no podemos esperar hasta el 2026, necesitamos una respuesta ahora de manera inmediata, necesitamos un incremento salarial de emergencia”. También denunció la falta de mantenimiento edilicio en la Universidad Nacional de Tucumán: “Se cayó el techo del teatro Paul Groussac, lo mismo pasó en la escuela de músicas, y hubo hasta un corto circuito que podría haber puesto en riesgo la vida de estudiantes o docentes”.

Sergio Georgeff, docente en la facultad de Ciencias Naturales, sostuvo: “Hoy se le cierran las puertas a las personas de medios recursos o pocos recursos para hacer un cambio sociocultural en su vida. Un país sin educación no va a ninguna parte”.

La estudiante de Trabajo Social, Milagro Chapuy, agregó: “No es solamente una lucha de docentes, sino de toda la universidad. No darle importancia a la educación pública es también mostrar una forma de mirar la vida”. Y sobre la feria en plaza Independencia, dijo: “Hoy ser estudiante y trabajador es una necesidad, porque ya no alcanza con el apoyo familiar para sostenerse”.